viernes, 3 de febrero de 2012



Finiquitados, sí señor. Después de tanta historia, que si apuntes por arriba y pocas horas de sueño por abajo,los exámenes han terminado.

Pero después de tanta biblioteca, después de permanecer durante 2 meses más tiempo entre aquellas cuatro paredes repletas de libros que en mi propio hogar, una encuentra detalles y curiosidades, tanto positivos como negativos, todo hay que decirlo.

Detalles negativos de biblioteca:

-Acudir al cuarto de baño y comprobar que otra persona entra al cuarto de al lado, para más tarde escuchar su orina derramarse con ímpetu en el inodoro. Asqueroso. (Escuchadas una media de 10 orinas ajenas).

-Estudiar escuchando cómo una pareja se besuquea de forma descontrolada a tu espalda. (una media de 6 estudiantes besucones).

-Las personas constipadas que piensan que están solas en la biblioteca y luchan contra sus orificios nasales para sacar a los habitantes verdes empleando como arma el dedo anular. Puaj. (Una media de 5 enfermos maleducados, y sólo un vencedor que sacó al intruso verde y lo arrastró por su jersey colocándoselo a modo de medalla por la victoria).

-Erasmus que piensan que al hablar en otro idioma sus palabras no se escuchan. Bajad la voz tíos, no estáis en modo mute. (Una media de 4 chinos alcanzando decibelios inverosímiles).

Detalles positivos de la biblioteca:

-Comprobar la materia que ha de estudiarse, llevarse la mano a la cabeza como símbolo de desesperación y pesimismo y notar la mano de tu compañera de estudio acompañado de un "podemos con ésto, no te preocupes".

-Los descansos de estudio fuera de la biblioteca, donde uno puede desahogarse en compañía de sus amigos mientras se vence al frío invernal calentándose uno con el café de 55 céntimos la unidad.

-Reír en medio del silencio bibliotecario por absurdeces, y volver a mirar los apuntes conservando la sonrisa.

En fin, como comentaba líneas atrás, ya se ha terminado todo. Y por supuesto todo se ha celebrado debidamente.

Han tenido lugar sus correspondientes borracheras, sus gritos cantando y bailando canciones (ai se eu te pego, por supuesto), y demás desvaríos necesarios para recuperar la cordura y vida social perdida con tanto temario estudiado.

Y ahora me viene tocando hablar de música, pero si les digo la verdad estoy totalmente desconectada del universo musical.

En esta época a una le da por escuchar canciones bajoneras, de esas que hacen que sientas compasión por ti misma, que te des mucha pena.

Y era algo continuo. Salir de casa con los cascos y darle varias veces al replay con "Ágætis byrjun" de Sigur Ros. Y ver que todo es fatídico, que no hay sentido, que todo va a irse pronto a la mierda. Después, llegar al coche, abrir la puerta, poner el pen, e ir pasando las canciones de modo desesperante e impaciente hasta llegar a "Wasted or Crazy" de Aaron Thomas. Y conducir triste, viendo a los viandantes felices, incluso algunos sonriendo para tocarle a una más la moral.

Y tras una jornada de estudio agotadora en la biblioteca volver a realizar la misma operación. Coche, "Born to Die" de Lana del Rey, cascos y "Hurt" de Johnny Cash, coche "The álbum Leaf" de Twenty Two Fourteen, cascos "We ere children" de Tribes.

Y me he ido chutando canciones tristes e infelices por el masoquismo que llevamos cada persona escondido tras la piel. Porque lo pide el cuerpo. No se puede escuchar algo alegre que te haga ponerte a dar brincos cuando el ánimo está derretido y humillado.

Bien, pero como ya he terminado, a la mierda las canciones lloricas, que se mueran, que se escondan tras el asfalto de la ciudad y que tarden mucho en salir, porque ya no las necesito, porque ahora hay que escuchar algo que saque sonrisas de la nada, hay que escuchar bien:

http://www.youtube.com/watch?v=MvaEmPQnbWk Bjork-Crystalline (por ejemplo)


Firmado: Carmen

1 comentario:

  1. Y sin embargo, ya verás como dentro de unos años echas de menos hasta los detalles más negativos :P

    Saludos desde Alicante!

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